lunes, 31 de agosto de 2009

Pandemia presidencial



Hace un par de meses, y con esto de la crisis, tenía la intención de montar un negocito, algo pequeño pero que me diera plata segura: Una pirámide, una curul en el congreso, una notaria, chuzar teléfonos. Pero al darme cuenta que esos eran negocios demasiados competitivos y arriesgados (lidiar con fiscalías, pagar prebendas, manipular medios de comunicación) me incliné por montar algo más casero. Después de dar muchas vueltas en triángulos opte, finalmente, por una panadería. Incluso le tenía un nombre súper efectivo, pensaba llamarla Pandemia, y mi pan estelar sería la mogolla chicharrona. Pero entonces, también me quitaron el negocio.
Es que hacer empresa hoy en día es muy complicado. Últimamente todo el mundo está en el nuevo negocio de la pandemia: Los mexicanos, los cerdos, uno que otro pobre pujante, y ahora, hasta nuestro benemérito presidente.
¿Qué será lo que tiene la pandemia que todos quieren estar ahí? Porque estoy seguro que como en todo negocio lucrativo y exótico, Tomás y Jerónimo también invertirán en éste. Si es que ya los veo importando toneladas de Tamiflu para el taita. Y luego, las que expiren, vendiéndolas en el Choco o el bajo Cauca… eso es tener proyección.
Aunque de todo esto, hay algo que no me cuadra: La especulación.
Sí, es que todo buen negocio tiene, como en la chuspa de valores, lo que se conoce como especulación; ya saben, lo de las variaciones del mercado, aunque eso de beneficiarse con las variaciones del sentimiento nacional como que no va conmigo, y sospecho que nuestro mártir andante, al ver que en Unasur bajo acciones, está intentando especular (ahora definición filosófica) con eso de la pandemia.
Para mí que no es más que una gripa de aguapanela con limón, incluso, dudo que sea un virus (me refiero a la enfermedad), yo creo más bien que nuestro Sumo pontífice es un muy buen actor, porque eso de toser en pleno micrófono y hacer cara de cerdo degollado, muy apropiado por cierto, es de lo más histriónico y demagógico… ¿Será por eso que aún le creen?
Aunque, en el mejor de los casos, me he puesto a pensar en que la pandemia presidencial sea verdad y nuestro rey de reyes este realmente contagiado.
Entonces cabrían dos posibilidades.
1. Que muriera: Esto llevaría a que se desangrara el país, hubiera una oleada de violencia extrema, colapsaran las instituciones, se corrompiera el poder ejecutivo, se interfiriera el poder judicial por parte del gobierno, se ocultaran los crímenes de estado y se evidenciara la guerra civil.
2. Que viviera: Esto llevaría a que se siga desangrando el país, siga la misma oleada de violencia extrema, sigan colapsando las instituciones, siga la corrupción del ejecutivo, la interferencia del judicial por parte del gobierno, y el ocultamiento de la guerra civil y de los crímenes de estado con cortinas de humos como la gripa porcina; es decir, seguría esto igual, pero con Uribito más enérgico para su tercer reinado.
Sin embargo todos sabemos que la primera no va a suceder, por una sencilla razón: Es un grito a voces que nuestro súper presidente no está contagiado. ¿O si? ¿Se habrá infectado en Unasur? Porque como eso se contagia por el trato con tantos cerdos… Bueno, igual no va a morir, en caso que la padezca, sería la primera vez que veríamos trabajando al ministro de Protección Social, aunque si fuera por el nombre del ministerio, lo que debería hacer el funcionario, es sacrificar al porcino para que no se expanda el dichoso virus.
No sé que va a pasar, o sí, en este país del divino niño, donde el pueblo piensa de acuerdo a lo dictado por el dogma de los medios de comunicación privados y actúa bajo el sentimiento chauvinista de la colombianidad, terminaremos votando por el tercer periodo de nuestro rey de reyes, viviendo en la burbuja de la ingenuidad democrática y pensando que supermán, si existe.
Finalmente,
Tres consejos al presidente y tres sugerencias al adorado pueblo.
Presidente:
1. ¡Adelante! Y cuando vuele con su capa tricolor, por favor, no se serene.
2. Si su gabinete va a hablar de la gripa porcina, por favor que lo haga el ministro del interior, el es el más indicado.
3. Antes de salir en público, ensaye como ponerse el tapabocas.
Adorado pueblo
1. Vea más allá de la pantalla del televisor, escuche más allá de la voz del radio y lea entre líneas.
2. Entienda que Uribe ni es el único, ni es eterno. Lo siento, pero Juan Pablo II, Bebe y Hitler, también murieron.
3. Lea, de por dios (el que escoja) pero lea.
Pd: Pandemia es una enfermedad infecciosa que afecta generalmente un extenso territorio geográfico. En nuestro hemisferio se conoce como revolución bolivariana o seguridad democrática, que es en últimas: pandemia presidencial; aunque en los libros se lee como la búsqueda y perpetuidad por todos los medios, del poder.
Mateus

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