martes, 4 de agosto de 2009

Autosuicidio por ideología. Cuarta entrega del libro Autosuicidio para Dummies


Autosuicidio doctrinario

Si ha decidido inmolarse por una causa política o ideológica. Compañero: ¡¡Adelante!!
Pero antes, recuerde que el éxito de este acto depende de la manera como se lleve a cabo, es decir, el suicidio dependerá estrictamente de la doctrina que usted profesa, a saber.

Religión:
Si es católico: crucifíquese.
Si es islámico perteneciente a la Yihad: Explótese (ojalá en un centro comercial)
Si es ateo: Siga viviendo, ese será su mejor suicidio.
Si es agnóstico: Quémese con sus libros.

Político:
Si es Uribista: Vuélvase de la oposición; en este país ser de la oposición es un suicidio.

Para las demás ideologías políticas, se recomienda que se lance a un vehículo (en lo posible en marcha) así:

Imperialista neoliberal: Un Ferrari o un camión de valores. Nunca un Simca 1000 o un Renault 4.

Centro: Simplemente Láncese a la autopista, porque como para usted todo está bien.

Anarquista: Encapúchese y láncese a una tanqueta con una molotov en la mano.

Fascista Hitleriano: Un mercedes Benz, BMW o en su defecto un Volkswagen. Nunca se lance a un tren (se dice que los administran judíos)

Social demócrata: Un Renault Clio (Nunca un Twingo, muy del pueblo, pero tampoco un Megane III, demasiado sofisticado) eso sí que sea Francés, ya sabe, Alemania está muy mal vista con ese señor Marx, en cambio Rousseau, por pederasta que haya sido, siempre es un buen sinónimo de libertad.

Comunista: Un lada o en su defecto una zorra, recuerde la frase de la canción de toda fogata con guitarra: … Para el pueblo lo que es del pueblo...

Librepensador: Vuélvase serio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario